Se trata de un potaje de garbanzos al cual hay que añadir el trigo que ha de estar en remojo con agua caliente al menos casi 18 horas hasta que el grano se empiece a abrirse como si fuera palomitas de maíz, se cuela, y se agrega al mencionado guiso, que dependiendo de la estación de año, en invierno va muy bien con manos de cerdo deshuesadas (hay que prepararlas previamente para dejar solo las gelatinas sin huesos), y si es primavera o semana santa , con trocitos de bacalao y caracoles.
